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Alimentos que pueden contribuir al desarrollo de cáncer

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El cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial y, según la OMS, tan sólo en el 2015 ocasionó más de 8.8 millones de defunciones. Si bien el cáncer puede desarrollarse por factores genéticos, radiación, exposición a sustancias tóxicas, virus, bacterias, etc., también es cierto que existen hábitos poco saludables que aumentan la posibilidad de padecer cáncer; asimismo, estos hábitos de vida (si se siguen practicando una vez hecho el diagnóstico) son los causantes de un tercio de las muertes por esta enfermedad.

El sobrepeso, llevar una dieta inadecuada, la falta de actividad física; así como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, son parte de los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer.

Respecto a una dieta inadecuada, en esta oportunidad queremos centrarnos en cuáles son los alimentos que pueden propiciar el desarrollo de cáncer.

1. Carnes rojas y conservas

Según la Organización Mundial de la Salud las personas que abusan del consumo de carnes rojas y conservas, tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer. Y es que los estudios epidemiológicos hechos por la OMS han permitido relacionar un exceso en el consumo de carnes rojas y carnes procesadas con enfermedades crónico degenerativas. De hecho, el Centro de Investigaciones sobre el Cáncer (de la misma OMS) ha clasificado a las carnes rojas como cancerígenas y un factor de riesgo para el padecimiento de cáncer colorrectal. Aunque se creía que también podía ser un factor de riesgo para el cáncer de estómago, esta evidencia aún no ha sido concluyente.

Respecto a los conservantes, es importante anotar que, según INEN cada año se elimina algún nuevo aditivo al ser considerado cancerígeno. Actualmente, existen dudas respecto a dos conservantes, utilizados en diferentes alimentos, estos son: BHT Y BHA asociados con alteraciones celulares.

2. Productos transgénicos

Debido a que para la producción de algunos de los productos genéticamente alterados se emplean sustancias que todavía son consideradas como “probablemente cancerígenas para los seres humanos”. A causa de que aún no hay pruebas suficientes que avalen o refuten esta afirmación es preferible evitar su consumo y preferir alimentos de origen orgánico.

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3. Consumo de grasas y riesgo de cáncer

Según INEN hay estudios que han asociado el excesivo consumo de grasas con el desarrollo de cáncer de mama y colon; no obstante, aún no hay pruebas definitivas al respecto. Lo que sí se ha observado es que en el caso de estadíos iniciales de tumores, el exceso de consumo de grasas tiene efectos cancerígenos.

Es importante recordar que las grasas son un producto que contribuye al aumento del peso, favoreciendo el sobrepeso y la obesidad; y que además tienen baja calidad nutricional. Estos son factores que además aumentan el riesgo de las personas que las consumen, para padecer algún tipo de cáncer.

4. Alimentos ahumados

En especial cuando no hay una adecuada selección de las maderas que son usadas para este proceso; ya que si se emplean maderas con resinas estas tienen un efecto tóxico en los alimentos producidos. Así mismo, la carnes ahumadas en sí mismas también representan un riesgo de intoxicación alimentaria, ya que carnes como las de res o pescado, pueden contener la bacteria Clostridium botulinum.

5. Excesivo uso condimentos en los alimentos

El consumo de alimentos con demasiados condimentos, también puede predisponer al desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Este, por ejemplo, es el caso de la sal. Si bien este es un condimento muy usado en todas las cocinas, el abuso de su consumo pone en riesgo la salud, ya que, según la PAHO consumir más de 5 gramos de sal al día predispone a las personas a padecer cáncer gástrico. Esta afirmación es apoyada por la OMS quien también ha observado los efectos nocivos del consumo de sal y productos salados, por lo que ha concluido que existe una alta probabilidad de que estos aumenten el riesgo de cáncer de estómago.

El consumo moderado de sal no es realmente el problema, sino el de alimentos salados o preservados, ya que contienen mayor cantidad de este producto, y al hacerlo también mayor cantidad de nitrosaminas exógenas y precursores de la sal, los cuales, según estudios hechos en animales, han mostrado tener efectos cancerígenos.

6. Bebidas alcohólicas

Si bien no se trata de un alimento, si es un tipo de bebida presente en los hábitos de consumo de muchas personas. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades el consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer seis tipos de cáncer: de boca y garganta, laringe, esófago, colon y recto, hígado y mama. Esto se debe, a que el cuerpo transforma el alcohol en acetaldehído el cual daña el ADN, por lo que este último ya no puede controlar y regular el crecimiento normal de las células.

Es importante cuidar nuestra nutrición como una forma de prevenir el cáncer, pero también si se está llevando un tratamiento oncológico. Por esto último, le aconsejamos llevar su terapia de la mano con un nutricionista oncológico como los que forman parte del equipo de IPOR. ¡Contáctenos para recibir el soporte nutricional que necesita para favorecer el éxito de su terapia!